Hoy queremos homenajear a todas las madres que en un momento tan dulce de la vida como es el periodo de lactancia tienen que afrontar el diagnóstico de un cáncer. Es cierto que la superación de la enfermedad es cada vez más probable, pero el proceso de lucha es largo y duro tanto física como psicológicamente. Muchas de ellas nos comentan que uno de sus deseos en este momento tan difícil tanto personal como familiar, es continuar amamantando a sus hijos e intentar seguir con su crianza tal y como lo habían soñado.
Por ello y dada la fuerza de la evidencia que existe sobre los beneficios de la lactancia materna para el desarrollo de los bebés y la salud de las madres, conviene evaluar el riesgo-beneficio de cualquier tratamiento materno, incluida la quimioterapia, asesorando individualmente a cada madre que desee seguir amamantando. (Koren 2013). La madre precisará información adecuada, más ayuda y apoyo profesional y familiar. (Bhurosy 2021, Linkeviciute 2020, Johnson 2019)
Durante el tratamiento del cáncer hay que interrumpir la lactancia hasta que la madre haya eliminado el fármaco de su cuerpo debido a los efectos secundarios potencialmente graves para el lactante; pero esto no significa que tenga que ser una interrupción larga, dependerá de cada tratamiento, por ello es muy importante el asesoramiento personalizado en cada caso.
La producción de leche puede mantenerse mediante extracción regular del pecho, pudiendo recuperar la lactancia entre ciclos, en los periodos en que no quedan trazas significativas del fármaco en la leche (Damoiseaux 2022, Anderson 2016), o al finalizar el tratamiento. (Pistilli 2013)
¿Cómo saber que no quedan trazas del fármaco que puedan perjudicar al lactante?
Todo lo que entra en el organismo acaba saliendo de él con mayor o menor rapidez. Si ha llegada a la sangre o plasma de la madre, que es desde donde podría llegar a su leche, es el riñón el que normalmente se encarga de eliminarlo por la orina. Y eso los riñones lo hacen a una velocidad constante para cada fármaco, que se llama semivida o tiempo medio de eliminación (T1/2), que es lo que le cuesta en bajar la concentración de una sustancia que haya en el plasma a la mitad: si había 100, la baja a 50 y luego en el mismo tiempo que empleó en bajar de 100 a 50 lo baja de 50 a 25, y de 25 a 12,5…
Sabemos que un vez que han pasado 7 de estos ciclos o vidas medias, no queda nada significativo en la sangre que pueda pasar a la leche y dañar a lactante (Anderson 2016). Así pues solo hay que esperar 7 T1/2 para estar tranquilas.
El problema es que hay fármacos que se eliminan rápido: si su T1/2 es de 1 hora, despues de 7 horas se podrá amamantar, y otros se eliminan lento o muy lento: si su T1/2 es de 1 día, solo despues de 7 días se podrá amamantar.
Desde APILAM asesoramos individualmente tanto a madres que deseen continuar con la lactancia como también a profesionales de la salud que las tratan sobre cómo se puede continuar con la lactancia durante el proceso de tratamiento de un cáncer. Solamente tenéis que poneros en contacto con nosotros y explicarnos vuestro caso y tratamiento a través del correo electrónico elactancia.org@gmail.com y estaremos encantados de ayudaros.
Igualmente, en la web e-lactancia.org podéis consultar las fichas de cada fármaco de forma individual donde os contamos como compatibilizarlo con la lactancia materna.
Para un futuro próximo serían ideales las detecciones de fármacos en la leche de cada paciente para determinar la eliminación total del fármaco. Este es el mejor indicador para reanudar la lactancia entre dos ciclos de quimioterapia. Lamentablemente se piensa poco en las madres lactantes y los análisis de fármacos en leche materna no se han desarrollado como los que se realizan en sangre o plasma. Constituirían un mínimo gasto en hospitales con servicio de Oncología. Animamos a la administración sanitaria que lo tenga en cuenta y a familias y profesionales que soliciten algo que no es imposible.
Prestigiosas sociedades médicas y de Oncología apoyan a las madres que desean lactar tras tan terrible experiencia. (Johnson 2020, Cardoso 2012, Camune 2007)
El saber de los profesionales de la Oncología, las técnicas de los servicios de Laboratorio y Farmacia hospitalaria, y los conocimientos actuales sobre farmacocinética deben ir a la par para atender los deseos de las madres, planificando el esquema óptimo que asegure la mejor salud para ellas y sus lactantes. No siempre será posible seguir con la lactancia, pero las madres lactantes agradecerán haberlo discutido e intentado.
Desde APILAM os deseamos una feliz recuperación y que podáis continuar con vuestro sueño de crianza.
Sílvia Moyano Pellicer, farmacéutica
José María ParicioTalayero, pediatra
A la memoria de Aïnhoa, cuya fuerza y voluntad nos inspiró para actualizar conocimientos sobre Lactancia y Oncología.
Más información y citas bibliográficas en:
https://e-lactancia.org/breastfeeding/maternal-cancer/product/