Artículo de opinión de Leonardo Landa, pediatra, miembro de APILAM
En el interesante artículo de Concha Tijerino titulado “El presidente de la Sociedad Europea de Neonatología asegura que la inmadurez del organismo del bebé le defiende del coronavirus”, con mucho acierto se menciona la bajísima capacidad de los bebés para contraer la infección por SARS-Cov-2 causante de la enfermedad conocida como COVID-19. Tal situación ha sido constatada por múltiples estudios, así como la baja tasa de bebés sintomáticos. Resulta plausible suponer que la propia inmadurez de su sistema inmunológico está en la raíz de dicho fenómeno.
Sin embargo, una parte de ese sistema, la inmunidad innata, es robusta. Este tipo de inmunidad actúa de forma sinérgica con elementos bio-activos contenidos en la leche materna. Según palabras del eminente inmunólogo sueco Lars Hanson, gracias a ello, los humanos podemos transitar por los peligrosos años de la vida del lactante, con menor riesgo de padecer múltiples enfermedades, manteniendo a la vez nuestra capacidad de crecer y
desarrollar. No en balde ha llegado a afirmar que la principal inmunodeficiencia de la infancia es la falta de lactancia materna.
Recomendar no amamantar a las madres infectadas por el virus mencionado o afectadas por COVID-19 no está respaldado por evidencia científica firme. Los escasos estudios hasta ahora publicados han mostrado únicamente partículas virales en la leche materna, pero no su capacidad infectante. Un estudio muy reciente pone en duda tales hallazgos, debido a la falta de validación de los métodos utilizados por lo investigadores.
Por otro lado, hay una evidente contradicción al reconocer que el lugar donde los bebés se infectan es el entorno familiar, pero por otro se les prohíbe un recurso tan poderoso contra la infección como es la leche materna de su propia madre. Sostener que los bancos de leche materna españoles, siempre escasos de leche donada, pueden solucionar este problema, resulta poco convincente.
Organizaciones internacionales que velan por la salud infantil, recomiendan a las madres infectadas por SARS-Cov-2 continuar amamantando si su situación clínica lo permite, utilizando mascarillas y estricto lavado de manos. Si no puede ser así, se recomienda a la madre extraer su leche para administrarla al bebé por otros medios.
Lo que sí está claro es que, hasta la fecha, no se ha publicado ningún caso de COVID-19 en un bebé nacido sin la infección y que se hubiera infectado por la leche de su madre.
Bibliografía
http://e-lactancia.org/breastfeeding/maternal-covid-19-maternal-coronavirus-disease-
2019/synonym/
References in relation to COVID-19, Childbirth, Breastfeeding and Donor Milk
https://www.cdc.gov/coronavirus/2019-ncov/daily-life-coping/children.html
https://www.bfmed.org/abm-statement-coronavirus